


Tengo claro que quiero volar a 33.000 pies. Y por eso, desde hace unos meses, he comenzado a engrasar el motor de arranque. Hay que volver a circular a toda máquina. Hoy sigo avanzando. Aprendiendo...
Hay que aprovechar en todo momento las diferentes ventanas de aire que te concede el levante. Algunos morirán sin sentir sus agujas. Con las botas puestas y sin ir al campo de batalla. Nunca conocerán qué hay más allá de su ombligo...Y al final del viaje, todos, absolutamente todos, nos veremos en el mismo lugar.
Unos tendrán más información que otros, esa es la gran diferencia...
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